El sueño por Marta González

 

El sueño

            Me despertó un ruido encima de mi cabeza, no le di importancia, en ésta casa el tejado está fatal, siempre le digo a Rodrigo que hay que arreglarlo. Él duerme como un niño, no hay nada que logre  despertarle. Fui a ver a Aurora, con sus cinco años todavía se despierta alguna vez, y hoy noche de reyes, estaba muy nerviosa. Todo está en calma, todo menos yo, que ya me he desvelado. Tardé en dormirme después de colocar todos los regalos. Decidí bajar y echar un vistazo otra vez, para ver cómo había quedado todo. ¡Estaba precioso! Lleno de globos, con el árbol tan bonito y todo lleno de paquetes. Fui a hacerme un chocolate caliente, estaba fría la noche, y me senté en un sillón orejero que estaba vacío al lado de la chimenea. De repente, oí otra vez otro ruido, esta vez estaban intentando abrir la puerta…Cogí el atizador de la chimenea y me quedé escondida detrás del sillón. Vi como entraban e iban hablando bajito, pero uno era muy torpe, tropezaba con todo. No lograba verlos bien, fui gateando hasta donde pensaba que no me veían, y allí estaban ¡Eran los Reyes Magos! Hablaban sin parar entre ellos,

                  —Mira todo lo que hay aquí de regalos.

                   —Si, la verdad se lo ha trabajado mucho.

                    —Así es , merece ser recompensada.

No daba crédito a mis ojos, eran parecidos a los que salen en la tele, pero muy distintos a la vez, daban una sensación de paz a su paso.  Se sentaron alrededor de la chimenea, y yo aproveche y salí a la calle, ¡No sabia que hacer! Y¡ allí estaban los camellos! Estaban vestidos igual que los de mi Belén, y ahora que lo pienso, los Reyes son los de mi Belén, que raro…no se porque, pero uno, el que estaba tumbado, me estaba hablando…el camello me estaba hablando, pero no le entendía, no sé qué me quería decir.

                 —Que quieres decirme…no te entiendo

                 —¡Sara despierta!

                  —El camello habla…los Reyes. Han llegado los Reyes…

                   —¡Claro mami han llegado! Mira todo lo que han traído

Desperté, me había quedado dormida en el sillón, todo había sido un sueño. Abrimos todos los regalos, y vi uno, al fondo , con mi nombre, que yo no había puesto. Lo abrí con cuidado, y había una llave muy bonita, con un cartel de oro grabado, que decía ¨Gracias Sara por ayudarnos todos los años¨

 

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