El regalo por Aurora Fernández

El regalo

Me senté en la playa, en la arena. Estaba húmeda, como aquella vez.

Empezaba a amanecer…como entonces.

No entendí nada de lo que ocurrió, ni siquiera ahora, cuando ya han pasado los años. Te pedí que te casaras conmigo y me dijiste que sí .Y a un mes de la boda…¡Me dices que tienes un problema! Que pospongamos la boda. No entendí nada.

Me acuerdo cuando te conocí, en aquel viaje a California. Yo estaba nervioso, nunca me gustó volar, y allí estabas tú, tranquilizándome, trayéndome agua y mil cosas para entretenerme. Solo veía tu traje de azafata. Yo en ese momento casi ni me fijé en ti, en tu físico me refiero, estaba tan nervioso que no pude ni siquiera observarte, ¡éramos tan jóvenes!

Cuando recibí esa llamada, al cabo de 40 años, no daba crédito. No sé cómo me encontraron. Dije que no iba a venir a la cita,  me dijeron que estarían esperándome. Y aquí estoy, ya sabes, nunca pude decirte que no.

No sabes cómo me sentí cuando mi madre tuvo que recogerme con sus brazos, estaba hecho pedazos. Derrumbaste todos mis castillos de arena, podrías haber dejado una leve esperanza para que yo pudiera levantarme, no sé si lo hiciste, mi madre me aconsejó que me fuera lejos, que te olvidara, nunca le gustaste.

La verdad que sí, me fui, crucé el charco otra vez, y esta vez en el avión, no estabas tú. No volví a saber de ti, pero nunca te olvidé. Rehíce mi vida si, y se puede decir que fui feliz, los breves momentos que no pensaba en ti.

Estoy pintando tú nombre en la arena, Carmen, hacía mucho que no lo nombraba en voz alta. La persona que me llamó para decirme que te habías muerto, me dijo que tenía algo para mi… No sé qué será. Quizá la duda de saber qué es me ha traído aquí.

Llega un coche, ya son las diez. Una chica baja de él. No puede ser, mis ojos me están gastando una broma, ¡eres tú! ¡Tan joven!… y sigues tan guapa. Abro y cierro los ojos varias veces…para quitar el espejismo que me está afectando.

Veo que se acerca a mí. Me mira y dice

—Papá, no sabes las ganas que tenía de conocerte.

 

Aurora Fernández

 

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